martes, 23 de julio de 2013

A tu lado

Mente en blanco. Es como si alguien apagase el interruptor que hace que todo mi organismo funcione.  Como si todo desapareciese. Es un sueño, una pesadilla. Tiene que serlo, no existe otra explicación. Pero aunque fuese un sueño, el dolor que siento es real. ¿ Por qué ha dicho eso? Miro al frente, a la nada, con los ojos desenfocados. No entiendo nada. No entiendo porque todo esto me pasa a mi. Me da la impresión de que voy a desmayarme de un momento a otro. Siempre va a a ser así, ¿ verdad? Siempre va a haber algo que me haga sufrir, que me haga llorar. Cuando parece que me levanto, vuelvo a caerme con más fuerza que antes. Quizás es hora de quedarse en el suelo, porque ya no tengo fuerzas para levantarme. Todo mi mundo ha cambiado, ya no me queda nada... Entonces decido alzar la mirada, dejar de pensar por un instante. Y le miro. Sigue en la habitación y me mira. Me mira y lo que veo en sus ojos me deja petrificada. Terror. Terror y una tristeza inmensa.Es como si ese azul de sus ojos, del mismo color que el cielo, ahora se hubiese convertido en hielo. Mantengo la vista puesta en él. Mi expresión es confusa. No sé cuanto tiempo pasa pero, de repente, él abre la boca, aunque no emite ningún sonido. Titubea. Cierra la boca. Toma aire. La vuelve a abrir.Y habla.
- Yo...Lo siento mucho, de verdad- Suelta las palabras en un susurro y los ojos se le humedecen- No quería hacerte daño, en serio. No entiendo cómo pudo suceder.-
Es como si algo se rompiese en mi interior. Como si el hilo que sujetaba mi corazón se rompiese. Las lágrimas surgen de mis ojos y ni siquiera me doy cuenta. Solo quiero una explicación, que alguien me diga que está pasando. Daniel sigue mirándome con ojos vidriosos y respira de manera entrecortada. Su cara refleja una tristeza inmensa y tiembla. Se aparta el pelo de la cara en un movimiento rápido y tras un par de segundos, sigue hablando.
- La verdad es que yo...Fui a verte. Necesitaba hablar contigo y decirte que...Bueno, necesitaba hablar contigo.- Comienza a decir mirando al suelo- Así que decidí ir a tu pueblo y buscarte allí. Cogí el coche y cuando llegué pregunté por tu dirección. Estuve hablando con un chico y me indicó tu dirección así que fui hasta tu casa pero...- Continua diciendo hasta que lo interrumpo.
Apenas consigo encontrar mi voz, pero al final,tras un momento de dolor, consigo que un hilillo de voz surga. Ni siquiera me doy cuenta y no me invade la alegría al verme hablar otra vez. Solo quiero solucionar esto, luego ya tendre tiempo de alegrarme.
-Espera, espera.... ¿ Hablaste con un chico que sabía mi dirección? ¿ Cómo era ?- Le pregunto sorprendida con un poco de esfuerzo. No se por qué, pero algo me dice que hay otra persona involucrada en esto. Una persona que yo conozco muy bien.
Daniel me mira con cara de confusión pero me contesta con nerviosismo.
- Pues....Era un chico de mi edad mas o menos. Alto y de pelo oscuro. Parecía bastante amable así que le pregunté por ti y, aunque puso una cara un poco rara, me dijo tu dirección.Después estuvo un rato muy serio así que le di las gracias y me fui. Aparqué el coche justo ahí y fui andando hasta tu casa. No recuerdo nada mas de él...Bueno, espera...Recuerdo que...Recuerdo que tenía los ojos verdes.- Termina diciendo mientras parpadea repetidamente para evitar que las lágrimas se le escapen.
Mi cara cambia radicalmente después de que hable. No puedo creerlo. Es él. Lucas aparece otra vez en mi vida, justo cuando creía que se había ido para siempre. No cabe duda, con esa descripción está claro que es él. Lo que no entiendo es por qué hay algo en mi, algo en mi cabeza que me advierte, algo que me dice que todo esto no es una mera casualidad, algo que me hace ponerme alerta. Decido dejar que siga hablando así que lo miro con curiosidad. Él parece entenderlo y sigue hablando, aunque aparta la mirada y la lleva al suelo en cuanto comienza a hacerlo.
-Cuando llegué a tu casa estuve un rato llamando y mirando haber si estabas dentro pero no te vi,así que volví al coche. Cuando llegué estaba en su sitio pero había una mancha de aceite en el suelo y encontré una tuerca en el suelo.-
El chico termina de hablar y vuelve a dirigir su mirada hacia mi, aunque cuando lo hace percibo un dolor terrible. Le cuesta horrores mirarme, y lo entiendo.
Deja de hablar y, aunque espero a que continúe, no lo hace. Se limita a mirarme y, al ver que no digo nada, habla él.
- Sandra, lo que quiero decir es que...Creo que alguien saboteó mi coche-
Ahora es cuando mi cara cambia de confusión a asombro. ¿ Qué está diciendo? Eso es imposible. ¿ Quien sería capaz de hacer algo tan...? Es entonces cuando una idea cruza mi cabeza a toda velocidad. No puede ser.  Eso es demasiado hasta para él...Aun así es la única explicación que se me ocurre...Lucas. Pero eso no es posible. Nadie es capaz de hacer una cosa así, ni siquiera él. O sí. Ahora mismo no soy capaz de pensar con claridad.
Mi cabeza comienza a llenarse de mil y un pensamientos pero, cuando Daniel comienza a hablar, me veo obligada a dejar de pensar y escucharle.
- Lo digo de verdad. Cuando salí del pueblo con el coche noté algo raro, pero no le dí importancia. Entonces fue cuando llegué al peaje de vuelta a San Sebastian y oí un ruido en el coche.. Me situé en la fila de coches y empecé a frenar. Entonces me di cuenta de que algo iba terriblemente mal. Por mas que pisaba el pedal el coche no frenaba lo mas mínimo. No te puedes imaginar lo mal que lo pasé.- Comienza a decir mientras yo lo miro expectante.
Entonces Daniel se calla de repente y yo lo miro confundida, esperando a que continúe con su relato, pero no lo hace. En su lugar comienza a temblar más y más, hasta que,de repente, se echa hacia delante y se tapa la cabeza con las manos bruscamente. Entonces comienza a llorar de repente y mi corazón, en ese instante, se rompe definitivamente.

" Narra Daniel "

No puedo más, ya no puedo seguir con esto. No puedo soportar tener que contarle esto. Tener que decirle que soy yo el que le ha hecho daño, que soy yo el que ha herido a sus padres, el que ha dejado así a su hermano. No puedo soportar que por mi culpa, quizás pierda a un ser querido. ¿ Qué clase de persona soy ? ¿ Cómo he podido hacerle esto a la persona a la que quiero? Quizás lo mejor es que me vaya. Quizás no debería haber venido, pero ella se merecía una explicación, aunque decirle esto me rompa el corazón. Porque ahora ella me está mirando. Me mira como nunca hubiese deseado que me mirase alguien: Con un miedo y confusión enormes. Y siento como mi corazón muere. Esto es lo peor que podía pasar. Le he destrozado la vida y nunca me lo voy a perdonar.
Ya está, se acabó, la he cagado para siempre. Lo único que siento que puedo hacer ahora, tras contarle todo, es llorar. Así que rompo las pocas defensas que me quedaban, derribo la frágil muralla que había creado para evitar que ella me viese así. Y todas las lágrimas surgen de manera seguida, en un torrente que no cesa. Y bajo la mirada, porque no puedo mirarla, me duele demasiado hacerlo.
Es entonces, entre sollozos, cuando comienzo a recordarlo todo.

 Flashback
" No sé cuanto tiempo llevo dentro de la bañera, pero teniendo en cuenta lo arrugadas que están mis manos, debe de haber sido mucho. No estoy seguro de si el agua que ha llenado la bañera proviene del grifo o de mis lágrimas, porque la verdad es que he estado llorando. Últimamente he recuperado esa costumbre. Parecía haber olvidado cómo se hacia. No lloro desde que mis padres se separaron, desde que ese cabrón hundió a mi madre. Creo que fue entonces cuando comencé a volverme así: Un idiota que ha perdido la fe en todo. Porque la vida me ha enseñado eso, que nada es para siempre, que nada de eso que llaman amor existe realmente. Aun así, después de todo este tiempo sufriendo en silencio y convenciéndome a mi mismo de que nunca sentiré algo así por nadie, aquí estoy, llorando en la bañera mientras lo único que surca mi mente es una imagen suya. De sus ojos, de su cara. Está claro que lo he hecho mal. La he cagado y ya no tiene remedio. Ella no quiere nada conmigo, y lo entiendo. Alguien como yo no merece la pena. Quizás solo necesite tiempo y la culpa no sea mía...Aunque no lo creo. Y ya he sufrido y le he hecho sufrir mucho. Ya es hora de pasar página, pero no puedo . Simplemente es imposible dejar de pensar en ella. Cuando estoy con ella....Me vuelvo diferente. Mejor. Y me gusta.
Debería decírselo. Debería decirle que la necesito y que esperaré por ella todo el tiempo que haga falta. Debería arriesgarme, pero me asusta todo esto. Nunca he sentido algo así. Quizás salga mal. Quizás acabe dolido y con el corazón roto. ¿ Merece la pena? Sí, creo que sí. Porque ella es algo por lo que merece la pena arriesgarlo todo, y lo haré. 
Se acabó el comerme la cabeza. La vida está hecha para vivir riesgos.
Me levanto de la bañera, me pongo la ropa y ni me molesto en secarme el pelo. Es hora de darle una oportunidad al amor. Mi corazón palpita muy fuerte contra mi pecho y estoy asustado. Nunca había estado tan asustado, excepto aquellas noches debajo de la mesa, cuando me tapaba los oídos y fingía no oír cómo mi madre gritaba. Cuando salía de ese escondite e intentaba ayudarla, pero solo conseguía que él también me pegase a mí. Entonces deseaba ser más fuerte, ser más grande para poder detenerle. Pero él siempre fue más fuerte.
" Déjalo Daniel " Me digo a mí mismo. Ahora no es tiempo para eso. No puedo dejar que el miedo me paralice. Esta vez no dejaré que esos recuerdos vuelvan a frenarme. Debo darme una oportunidad.
Me levanto,busco las llaves, algo de dinero y el móvil y salgo de la casa de mis tíos. Cojo el coche y arranco. Pronto estaré allí y podré decirle lo que siento. Ahora o nunca."

Parpadeo y dejo de recordar. Levanto la cabeza y allí sigue ella mirándome. Ya no sé qué mas decirle. Nada de lo que diga conseguirá arreglar esto. Aun así lo intento.
-De verdad que no sé como pudo ocurrir. Yo intentaba frenar, intentaba cambiar la dirección del coche pero...Nada funcionaba Sandra. Era como si todo se hubiese vuelto loco y te juro que no sé como pudo pasar. Yo jamás querría hacerte daño...- Digo desesperado mientras cierro los ojos y miro al suelo. Y lloro, sigo llorando mientras hablo, y mi voz se convierte en un grito desesperado.
No sé qué hace ella. Hay una pequeña parte de mí que espera que se acerque y me consuele, pero eso es muy egoísta. Debería ser yo el que la consolase a ella por haberle hecho esto, y no al revés, pero es que me siento fatal y ni siquiera yo entiendo cómo ha podido ocurrir todo esto.
Si ella me creyese, si ella supiera...Si ella supiera que, en ese momento, cuando oí un ruido metálico y todo dejó de funcionar, cuando empecé a dirigirme hacia su coche a toda velocidad y no podía hacer nada para frenar... Pensé en girar, en girar y estrellarme contra el muro que había a mi derecha. Eso hubiese sido mejor. Ojalá supiera que pegué un volantazo hacia ese muro, esperando chocar y acabar con mi vida, todo con tal de no causarle daño a ella. Porque en ese momento no tuve dudas. Si alguien tenía que resultar herido o morir, prefería ser yo antes que ella Y no me hubiese importado acabar así, muriendo para salvar a la persona que quiero.Y vuelvo a recordar ese momento.

Flashback
" No entiendo qué pasa. No puedo frenar. Aprieto el pedal con fuerza, con rabia, pero no cambia nada. El coche no se detiene. Entonces vuelvo a pensar en ella. En su cara y en nuestra pequeña historia. Pienso en lo que podía haber sido y no será. Por mi culpa. No puedo hacerle esto. Ella es la primera persona a la que quiero después de...
No puedo dejar que acabe así. No seré yo el que le vuelva a hacer daño, no esta vez. Y aunque sé que esto es lo más difícil que he tenido que hacer nunca, lo hago. Con gesto de rabia y dolor pego un volantazo y cierro los ojos esperando que todo acabe y pensando en mi madre. Esperando el silencio, pero no llega. Y al abrir con temor los ojos veo como el coche sigue avanzando en la misma dirección. Y aunque lo siga intentando, no gira. Y no puedo evitar rogarle a Dios que  me perdone por esto. "

Dejo de pensar otra vez y vuelvo a la realidad. Todo esto, no puedo decírselo, porque sonaría como un mentiroso, porque al final no lo hice, porque de nada sirvió girar el volante. Y no es el momento para decir esto. Siento que solo puedo llorar, pero decido que debo ser fuerte y vuelvo a levantar la cabeza para mirarla. Me está mirando y, en cuanto sus ojos se cruzan con los míos, veo como se humedecen rápidamente y al instante comienza a llorar. Las lágrimas corren por su cara pero su expresión no cambia. Solo me mira con tristeza y habla.
- Te creo, Daniel. Esto no es culpa tuya, estoy segura.-Comienza a decir hasta que se le quiebra la voz.

- Seguro que hay algo más,algo que desconocemos, pero ahora da igual. Solo me alegro de que estés bien. Solo necesito que me abraces, por favor- Me dice en un susurro.
Estoy tan asustado y confuso que al principio pienso que me lo he imaginado, pero no lo he hecho. ¿ No me odia ? ¿ Lo entiende ?  No puedo creer que no esté enfadada conmigo o piense que realmente todo ha sido culpa mía. Me acerco hasta ella lentamente, con miedo a que cambie de opinión,peor parece que no lo hace. Cuando la tengo muy cerca, la miro a los ojos.  Me quedo así unos segundos, sintiéndome el responsable de que tenga esa mirada tan triste ahora mismo.  Me detengo y no hago ningún movimiento. De repente ella se lanza a mis brazos, sin previo aviso, y llora como una niña, llora apoyada en mí, como aquella vez en el instituto. La rodeo con mis brazos e intento consolarla, aunque no puedo evitar decirme a mi mismo que yo tengo la culpa de todo, que estoy intentando que no llore cuando soy yo el que la ha hecho llorar así.
Ella acerca la cabeza a mi hombro y me susurra al oído.
- No te culpo de nada, de verdad. Solo quiero que me abraces, porque solo el pensar que podía perderte ha sido lo peor de todo. No te vayas, por favor. Quédate conmigo-
Sigo sintiéndome fatal, pero sus palabras parecen quitarme un gran peso de encima. Es como si mi alma volviese a estar curada. La abrazo con fuerza y dejo que llore en mi hombro mientras yo lloro en el suyo.  Sobran las palabras. No sé lo que pasará más adelante ni como acabará todo esto, pero ahora mismo me da igual. Solo sé que la necesito, que la quiero conmigo. Todo lo demás me sobra.
Y así, abrazados pasamos los minutos. Me inclino con cuidado y le beso la mejilla suavemente. Ella se aparta entonces con cuidado y mis mejillas se sonrojan al pensar que quizás no debería haberla besado.
Entonces, para mi sorpresa, me mira. Y me mira de otra forma. Sonríe tímidamente y no puedo evitar sonrojarme más.
- Todo saldrá bien- Me dice entre sollozos. Y no puedo evitar pensar, una vez más, que es estupenda, que no hay nadie como ella, capaz de sacarte una sonrisa hasta en estos momentos en los que se encuentra mal y tú también.
Y entonces, no puedo evitar coger su rostro con mis manos y sonreír al mirarla. Vuelvo a sentir esas mariposas en el estómago y me dejo llevar por esa nueva sensación.
- ¿ Sabes que eres increíble ? - Le digo entre sonrisas.
- Me lo dicen a veces- Respondes con cara burlona mientras sonríes.
Y entonces me doy cuenta de que algo ha vuelto a mi interior. Es como si todo volviese a ser como antes, como si la vida me diese una nueva oportunidad. Definitivamente he recobrado la fe.
Y me acerco a ti y te beso. Te beso como nunca besé a nadie y no puedo evitar sonreír a la vez. Es como si todas las estrellas volviesen al cielo, o como si yo las viese otra vez. Estoy seguro de que mi madre está orgullosa, allí donde esté, porque por fin he cumplido mi promesa.

1 comentario:

  1. Ouhhh ¿no me digas que ese le trucó los frenos? D:
    PD: te digo lo mismo que la otra vez, intenta no cambiar el destinatario al narrar, o narra solo sus sentimientos o se lo dedica a ella todo, es lioso que luego le empiece a hblar a ella xD

    ResponderEliminar