miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mariposas en el estómago

La sirena anuncia el final del recreo,así que me libro de los comentarios de Gema y las demás y puedo marcharme a clase sin darles demasiadas explicaciones sobre mi comportamiento con Daniel.
Salgo corriendo hacia el gimnasio. Será mejor que llegue pronto a la primera clase de educación física si no quiero empezar con  mal pie.
Me guío por los carteles y consigo llegar hasta los vestuarios. Entro y noto como todas las chicas me miran un tanto sorprendidas. Me siento avergonzada y no sé muy bien que hacer,hasta que mi salvadora aparece.
-Hombre Sandra,has conseguido llegar al vestuario sin mi ayuda. Es un milagro. A mí me costó siglos encontrarlo-Dice Sara mientras se levanta del banco y sale a mi encuentro. Apenas me da tiempo a contestar porque Sara prosigue.
-Chicas,esta es Sandra,nuestra nueva compi. Será mejor que la advirtamos desde ahora de las clases de gimnasia- Dice ella en tono enigmático
Una chica muy alta y de aspecto atlético se levanta.
-Sara tiene razón. Has venido en un mal momento...El momento del voleibol- Me dice como si fuese la peor cosa del mundo.
Pongo cara de desconcierto y entonces Sara disipa mis dudas.
-No te preocupes,es solo que estamos jugando al voleibol y los equipos son mixtos. Hasta ahí no hay problema pero...Digamos que los chicos de clase son un poco...Bestias cuando juegan-Añade divertida.
Una chica me da una palmadita en el hombro.
-Tranquila,todavía no han matado a nadie-Me dice en tono divertido y simpático.
-Pero por si acaso protégete la cara- Me dice entre risas.
Su comentario no me preocupa en un principio,pero conforme le voy dando vueltas...Me preocupo. Sé jugar al baloncesto,y hasta se podría decir que soy bastante buena,pero el voleibol es mi enemigo natural. De pequeña era la peor jugando y siempre me ponían atrás para que tuviese que despejar el menor número de pelotas posible.  Confío en que el profesor será majo y se apiadará de mí,pero una parte de mí tiene miedo de las burlas,de las risas o de algo semejante.
Me obligo a dejar atrás todas esas ideas cuando las chicas salen del vestuario y las sigo hasta un gimnasio. Los chicos ya están sentados en un banco y nos miran cuando entramos por la puerta. Entre ellos está Daniel. Lo reconocería aunque tuviese miopía y no viese nada mas allá de mis narices. Es su forma de sentarse,su postura,su pelo ligeramente despeinado,sus ojos entrecerrados y su media sonrisa....Todo eso lo hace inconfundible a mis ojos. Noto como Sara me pega un pequeño codazo en las costillas y la miro. Está enarcando las cejas con cara divertida. No dice nada,pero sobran las palabras. Sé perfectamente lo que esa cara quiere decir.
Me siento en el banco de al lado con Sara y aguardamos hasta que el profesor llega. Sara habla con más gente,pero nunca me deja sola y me presenta a todo el mundo,cosa que le agradezco mucho. De repente una mujer de aspecto fuerte y bastante alta entra en la sala. Lleva el pelo recogido en una coleta y su cara está relajada y alegre. Camina rápidamente hasta sentarse encima de una mesa que hay en una esquina del gimnasio. Todo el mundo deja de hablar poco a poco y,cuando por fin reina el silencio,la profesora habla.
-Buenos días a todos.Para la gente nueva- Añade mientas me dirige una mirada complice- me llamo Marisa y soy la profe de gimnasia. Como todos,o casi todos sabéis,hoy continuamos con la clase de voleibol- Se pueden apreciar distintas reacciones a sus palabras en clase. Oigo a Sara soltar un gran suspiro al escuchar sus palabra y algunos chicos dejan escapar una exclamación de aprovación.
-Como hoy añadimos un nuevo fichaje a la clase, habrá que cambiar un poquito los equipos.- Dice en tono divertido,como si todo esto le agradase.
-Colocaros en dos filas.Chicos a mi derecha y chicas a mi izquierda por favor-
Me coloco en la fila de la izquierda junto con Sara y el resto de chicas que suspiran y emiten quejas en bajito. La profesora comienza con la otra fila. Se fija un poco en cada chico y lo manda a un lado de la red tratando de que los dos equipos tengan el mismo nivel.
Cuando finaliza,comienza con nosotras. Va llevando a cada chica a un equipo hasta que llega a Sara y la manda al equipo que se encuentra a la derecha de la red. Después me observa a mi,que permanezco quieta y,por alguna razón estoy muy erguida,como si quisiese demostrarle lo alta,atlética y fuerte que soy,bueno,que me gustaría ser. La profesora me mira durante unos interminables segundos sin saber muy bien qué hacer conmigo.
- Veamos...¿ Has jugado alguna vez al voleibol ?
-No juego desde que estaba en el colegio y,bueno,además no es que se me diese muy bien...- Admito mientras bajo la cabeza un tanto avergonzada.
. ¡ Bah! Desde entonces ha pasado mucho tiempo y seguro que te habrás vuelto una mejor jugadora. Venga,únete al equipo de la izquierda.- Me apremia mientras me dirige una mirada simpática y me da una palmadita en el hombro.
Hago lo que me dice sin decir palabra alguna y me coloco en el lado izquierdo de la red,donde unos cuantos chicos ya están calentando. Me doy cuenta de que,aparte de una chica menuda que hay en una esquina,soy la única chica del equipo. Me uno a la chica en su calentamiento.
-Hola,soy Sandra. Una cosa...¿ Me podrías decir un poco como funcionan las normas de este deporte...Es que hace muchísimo que no juego.- Le digo intentando ser amable.
Levanta la cabeza y me dirige una pequeña sonrisa.- Claro,aunque has ido a preguntar a la peor del equipo- Me dice ella un poco avergonzada. Comienza a explicarme las reglas básicas del juego y luego la forma de golpear correctamente la pelota. Intento recordar lo máximo posible,pero en cuanto la profesora toca el silbato para indicar el comienzo del juego, me pongo tan nerviosa que me da la impresión de que se me ha olvidado todo.
Me coloco en el lugar que me dice la chica que me acaba de ayudar y coloco los brazos de la forma que ella me ha dicho. En cuento miro mis manos me doy cuenta de que estoy temblando. El partido comienza y un chico del equipo contrario golpea el balón con fuerza para lanzarlo al otro lado. La pelota vuelta hasta nuestro campo y,por suerte,el resto del equipo la devuelve al otro lado sin que yo tenga que hacer nada. Entonces,al mirar al otro lado del campo,me doy cuenta de que Daniel está en su equipo. Se ha colocado en el centro del campo y me está mirando con cara de curiosidad. Me quedo embobada mirándole una vez más. Está concentrado y sus músculos,que se le notan tras la camiseta, están en tensión,preparados para actuar con velocidad para interceptar la pelota. Sigo mirándolo,sin darme cuenta de que el partido continua. Él también mantiene la mirada y me fijo en cada detalle de su cara: Sus ojos azules,su pelo marrón.Todo me resulta ya familiar.
De repente su cara de concentración y curiosidad cambia y refleja preocupación de repente. Abre la boca rápidamente para decir algo,pero no oigo nada,solo le veo gesticular y,de repente,algo me golpea a gran velocidad y,por un momento dejo de verle,dejo de ver su carita de ángel, de hecho ya no veo nada.  No sé cuento tiempo transcurre,pero debe de ser poco porque en cuanto abro los ojos otra vez,me encuentro caída en el suelo y todo el mundo está corriendo hacia mí. Me siento muy avergonzada y me levanto con rapidez. Siento un poco de dolor en la frente,pero por lo demás estoy bien. Todo el mundo me mira con preocupación,incluido él. La gente me pregunta cosas,pero no contesto a nada. Enrojezco como un tomate porque me siento tan estúpida...¿ Como he podido distraerme tanto como para no darme cuenta de que una pelota iba directa contra mi cara? Es el efecto que él causa en mí. Consigue llevarme a una especie de dimensión paralela en la que solo existimos él y yo,nadie más nos molesta y no percibimos a nadie más,o por lo menos así es para mí.  Tiene algo que me emboba. No sé si es por lo guapo que es. No creo que sea eso,porque también había gente guapa en el pueblo y esto no me ocurría,pero tiene algo que,simplemente,me atrae.
-¿ Te encuentras bien?- Me pregunta la profesora.
-No podría estar mejor-Respondo con una pequeña sonrisa tratando de aparentar normalidad.
El partido continua y yo sigo jugando pese a que la profesora me ha sugerido sentarme y descansar. Es mejor que siga jugando,así parecerá que no ha pasado nada.
El partido continúa,rotamos de posición y ahora me toca situarme justo delante de la red. Jugamos otro punto y esta vez tengo que darle a la pelota,pero aplicando los trucos  que he aprendido consigo que el golpe me salga relativamente bien. Aun así el equipo contrario marca y esta vez son ellos los que cambian de posición. Me da un vuelco el corazón cuando Daniel,que ha cambiado de sitio,se sitúa justo delante mía. Estamos a penas a un metro de distancia,separados por la red. Me está sonriendo.
-Te advierto que soy muy bueno en los mates. Será mejor que intentes taponarme- Me dice en un susurro mientras sonríe.
No me da tiempo a contestar porque su equipo saca y será mejor que me concentre a pesar de su presencia. No quiero que vuelva a pasar lo mismo que antes porque entonces sería definitivamente una inútil y una patosa a los ojos de mis compañeros.
El balón pasa de su campo al nuestro en varias ocasiones y yo,que no tengo que tocar la pelota,decido mantenerme atenta y no dejar que sus preciosos ojos me hipnoticen y despisten. El problema es que le veo de reojo cada dos por tres y,el mero hecho de saber que él está tan cerca mía, me pone demasiado nerviosa como para concentrarme. Le siento tan cerca de mí, está tan cerca y  yo no puedo mirarle...De repente el balón llega a manos de él y Daniel salta para rematar la pelota. Entonces me dirije una mirada divertida. Yo también salto rápidamente y coloco las manos en posición para detener el inminente remate. Nos quedamos,durante un segundo que para mí es mucho más que eso,elevados en el aire,con las caras a la misma altura y a apenas unos centímetros separándonos. Una ráfaga de aire me trae su aroma. Huele a colonia,colonia y desodorante y algo más que no distingo. Me encanta el olor. Él golpea la pelota,pero yo consigo detener el golpe con mis manos y la pelota rebota en su campo. Este punto hace que ganemos el partido y la profesora toca el silbato. Los demás se saludan y felicitan entre sí y algunas personas me dan palmadas en el hombro,aunque yo no me muevo y sigo mirándole a él,que tampoco se ha movido de sus sitio. Las chicas comienzan ha dirigirse hacia el vestuario y decido ir con ellas. Agarro la red que separa el campo y me agacho para pasar por debajo. Entonces él también se agacha y nos acabamos quedando cara a cara,agachados bajo la red y separados por apenas unos centímetros. Nunca te he tenido tan cerca y me fascina lo guapo que eres.
-Vaya,menudo tapón has hecho. Pero deberías practicar más si quieres sacar buena nota en gimnasia- Me dice casi en un susurro.
Me da la impresión de que se ha acercado más a mí y eso me paraliza. No sé como actuar y me quedo callada.
- Así evitarías que se repita lo de hoy. Yo puedo enseñarte. ¿ Quedamos aquí después de clase y te ayudo un poquito?-Me dices divertido.
Al momento te das cuenta de lo que has dicho y te pones rojo como un tomate. Es como si las palabras hubiesen surgido de tu boca demasiado rápido y ahora te lo hubieses pensado mejor. Me encanta ver como esta vez eres tú el que se ruboriza y sonrío.
-Bu bu bueno...Solo si tu quieres y si te viene bien. Yo lo decía por ayudarte...-Añade un poco nervioso mientras se acaricia la nuca con la mano y mira hacia el suelo. Su rubor continúa y me doy cuenta de que él también tiene su lado tímido. Me doy cuenta de que sus ojos ahora brillan mucho,pareciéndome ahora incluso más bonitos que antes.
-Esto..si,me parece buena idea- Añado en un tono muy bajo.
-Pues...Genial. A las dos y media en la fuente de la entrada. No faltes- Añades,ya recuperado del rubor, con una sonrisa radiante. Tras esto te quedas un instante mirándome,pero luego te levantas y te vas.
Me he quedado tan nerviosa, conmovida y ruborizada que no me ha dado tiempo de responderte y una frase se ha quedado en mi cabeza,sin llegar a ser pronunciada.
-Estupendo. Allí estaré- Añado en un susurro, cuando ya no me oyes, mientras una sonrisa sin motivo me curva los labios.

Feliz navidad !!!!!!!!

Escribo esta vez por que quería desearos a todas una feliz navidad. Espero que estéis pasando estas fechas con vuestra familia y que estén siendo unas navidades buenas para todo el mundo. Que los reyes magos,papa noel,el olentzero etc etc... Os traigan muchos regalos a todas =). Yo también os quería hacer un "pequeño regalo" y por eso hoy voy a colgar otro capítulo de la novela. Lo colgaré hoy a la noche y espero que os guste. Mis mejores deseos y un beso para todas =D.

¡ FELIZ NAVIDAD !

martes, 25 de diciembre de 2012

El instituto

Te miro con la boca abierta,asombrada. No me esperaba encontrarte aquí,y mucho menos mirándome. Eres la única persona que creí que nunca encontraría aquí pero,en cierto modo,me alegro mucho de verte y ni siquiera sé muy bien porqué. Miras con cara burlona mi cara, que supongo  que ahora será de lo más divertida. Estás sonriendo. Tu sonrisa es estupenda,la sonrisa de un chico dulce y cariñoso. No sé que decir. Realmente estoy paralizada y me siento terriblemente estúpida.
-Esto... Tú...¿ Te conozco?- Acabo diciendo un poco confusa. Estoy tan confundida que llego a pensar que igual te he confundido con él. Al instante de formular la pregunta me doy cuenta de lo ridículo que suena. Acabo de quedar aún peor. Parpadeo un par de veces para asegurarme de que no eres un espejismo.Realmente eres tú y no sé como he podido dudar hace unos segundos,eres inconfundible.
Ahora si que te ríes ante mi comentario estúpido. Me miras con dulzura y comprensión y pareces divertirte ante la situación.
-Claro que me conoces-Dices-Soy tu salvador- Añades en tono heroico mientras te llevas una mano al pecho en  señal de honor. Por tu tono parece que te cuesta creer que no me acuerde de ti. Lo cierto es que me acuerdo perfectamente,así que no se por qué he dicho eso,pero ya es un poco tarde para rectificar. Ahora que ha pasado la sorpresa te reconozco perfectamente. Obviamente eres tú: Los mismos preciosos ojos azules,el mismo pelo un poco largo,la misma sonrisa cálida... Eres tú.no cabe duda.
-Esto...Perdona,claro que me acuerdo. Me salvaste la vida-Añado,ya un poco más relajada.
- Ba.... yo  no diría tanto. Simplemente te saqué del agua en el momento oportuno- Dices sonriente- Si no fuese por mí,ahora seguirías en el agua y esa bonita piel tuya estaría arrugada - Añades entre risas,sin apartar tu mirada de la mía.
Me ruborizo al instante. Ha sido un comentario tonto,sin nada especial,pero el mero hecho de que hayas nombrado mi piel y hayas dicho que es bonita hace que,por alguna razón,tenga ganas de sonreír,saltar y mirar mi piel en el espejo todas las mañanas preguntándome qué le habrás visto de especial.
- Bueno,pues te lo agradezco mucho- Digo un poco roja mientras me observas con una mirada curiosa.
-Bueno, ya nos veremos por los pasillos-Añado mientras sonrío para dar por terminada la conversación. Es mejor que me aleje antes de que se percate de lo mucho que  me ha influido su comentario anterior.
Me doy media vuelta sin esperar su respuesta y comienzo a alejarme. Cierro los ojos fuertemente y me doy cuenta de que no podía haberla cagado más. Estoy muy avergonzada y sigo caminando. Me siento en el primer asiento que encuentro y me quedo callada,sin hablar con nadie. A los pocos segundos llega el profesor y,por primera vez le doy las gracias mentalmente a un docente por llegar pronto a clase.
La clase comienza y el profesor se percata de mi presencia. Se levanta de su silla y se coloca delante mía.
-Hombre,veo que tenemos una nueva alumna. Sandra¿verdad?-Consulta el papel que lleva entre las manos-Si, Sandra Fernandez. ¿ Quieres decir algo?- Me pregunta.
-Bueno... solo decir que me llamo Sandra,vengo de un pequeño pueblo y... Bueno,en fin,encantada de conoceros a todos- Añado rápidamente mirando a la clase y evitando la mirada de mi ángel.
-Bueno,pues si eso es todo comenzamos la clase. Encantado de tenerte aquí,Sandra- Añade el profesor antes de coger una tiza y comenzar la lección.
Me esfuerzo por prestar atención a lo que el profesor dice,pero una parte de mi cabeza no para de repetirse lo estúpida que he sido al hablar con él. Decido apartar esos pensamientos de mi cabeza para concentrarme en la clase.
Los alumnos ya han empezado un tema y ella tendrá que trabajar más para ponerse al día. Por suerte Sandra siempre fue una chica bastante trabajadora. En general sus notas estaban bastante bien y solía dedicar suficiente tiempo al estudio. Si ponía interés,conseguiría ponerse al día en las materias.
Por fin termina la clase y Sandra se levanta con rapidez. No sabe muy bien las razones,pero no quiere que él le hable,quizás porque no quiere meter la para otra vez. Sale de la clase precipitadamente y consigue,ni siquiera ella sabe muy bien como lo hace,llegar al aula donde tiene lugar la próxima clase. Repite el proceso que llevó a cabo durante la clase anterior. Se sienta en el primer sitio libre que encuentra y decide no hablar con nadie. No es una buena forma de hacer amigos y ella lo sabe,pero por hoy es lo único que le apetece hacer.
Cierro los ojos con fuerza y me aislo del resto de gente de la clase. ¿ Es real lo que me ha pasado? ¿Como es posible que de todos los institutos de la ciudad tenga que estar en el mío? Él es tan amable,tan majo,tan simpático...Pero aun así por alguna razón a Sandra le cuesta muchísimo hablar con él. No quiere parecer una idiota o una mal educada,pero es que él le saca de sus casillas, la deja indefensa,la deja completamente anonadada con sus ojos azules y estropea todos sus técnicas para hacer amigos dejándola totalmente bloqueada.. De repente nota como alguien pone la mano sobre su pupitre y levanta la cabeza para ver quien es.
Un chico de aspecto punki le mira con cara graciosa. No parece muy amigable.
-Perdona guapa,mis colegas y yo nos preguntábamos si eres muda,como no hablas con nadie...-Dice mientras suelta una sonora carcajada. Veo por el rabillo del ojo como un grupo de chicos que hay en una esquina de la clase se ríen con malicia. Aunque sé que no haré amigos de esta forma,decido contestarle no muy educadamente.
-Pues no,sí que puedo hablar,ya ves- Le digo en un tono algo molesto y cortante.
El chico no parece sentirse ofendido ni mucho menos y,lejos de callarse,decide seguir hablando.
-En ese caso dime guapa, ¿quieres quedar esta tarde conmigo? Te prometo que no muerdo y soy un total y absoluto caballero- Me dice muy seguro de si mismo mientras sus compañeros no para de reír.
No tiene pintas de ir a tratarme como un caballero y además bastantes cosas tengo en la cabeza como para salir con un idiota como él. Además yo no valgo para estas cosas,nunca he tenido novio y no entiendo muy bien a el género masculino. Ana siempre me decía que un montón de chicos estaría encantados de salir conmigo,pero la verdad es que nunca lo creí y todavía sigo sin creerme atractiva. Siempre me daba miedo salir con alguien porque era una experiencia nueva para mí y no sabía como comportarme. Aun así decido ser un poco más amable con el chico.
-Muy amable,pero no. Soy nueva en la ciudad y esto muy ocupada para salir con alguien ahora.- Respondo mientras muestro una pequeña sonrisa que me cuesta mucho dedicarle.

-Tú te lo pierdes cariño,porque nos lo podíamos haber pasado muy bien- Me dice entre carcajadas mientras hace un gesto muy poco educado y que me da una idea de las intenciones que tiene conmigo.

Me pongo roja como un tomate ante el gesto porque me pilla totalmente por sorpresa y decido contestarle porque me ha sentado fatal. Nadie me había dicho antes algo tan grosero,pero no me quedaré callada.
-¿Sabes que otra cosa se hacer a parte de hablar? También sé hacer gestos.- Añado mientras le dedico un significativo gesto con mi dedo corazón. Apenas pasa unos segundos suena la sirena y el profesor entra en el aula,por lo que el chico deja de molestarme y me siento aliviada. Decido centrarme en la clase y luego,cuando la clase termina,cojo mi bocata y salgo al recreo. Ahora comienza la peor parte del día: La media hora que te pasas sola sentada en un banco con un bocata porque no has hecho ninguna amiga y,en mi caso,me parece que tardaré mucho en hacer una,así que me pegaré así unos cuantos días.
Me siento tímidamente en un banco un tanto apartado del lugar donde todo el mundo habla y ríe. A lo lejos observo a Leo rodeado de unos cinco chicos más. Se nota que para él lo de hacer amigos es tán sencillo y natural como respirar. Podría acercarme a ellos,pero en este momento prefiero estar sola. Bajo la cabeza y no puedo evitar pensar en donde estará él ahora. Un momento...Ahora que lo pienso...Ni siquiera le he preguntado su nombre hoy. Me salvó la vida y es mi compañero de clase y ni siquiera sé como dirigirme a él. Cada vez me siento más ridícula al pensarlo. Algo interrumpe mis pensamientos de repente.
-¡Hola! ¿Que tal llevas tu primer día?- Me dice una chica cuya voz me resulta algo familiar.
Levanto la cabeza y veo allí a Sara,inclinada delante mía, con una radiante sonrisa en la cara.
-Bueno.. Tirando,ya ves- Digo yo un poco melancólica mientras hago un gesto con la cabeza refiriéndome a lo sola que estoy.
-No deberías quedarte aquí sola. Ven conmigo,te presentaré a mis amigos.Somos las más majas del instituto!- Añade alegre mientras,una vez más,me agarra de la mano y me arrastra con ella.Me gustaría decirle que no quiero ir con ella,que quiero estar sola,pero esta chicas es tan decidida que no puedo y su reacción me provoca una sonrisa.
Me lleva hasta un grupo de dos chicas que está sentado en la hierba.
- Chicas,esta es Sandra,es nueva-Dice muy contenta a las demás.
Una de ellas,una chica pequeñita y rubia,de ojos marrones y brillantes,es la primera en contestar.
- Esto...Ola,encantada. Soy Lola.-Me dice con una sonrisa tímida mientras se gira.
Se nota a primera vista que es un poco tímida,como yo,así que me cabe bien.
.Ola ola! Yo soy Gema. Vaya...¡ Que guapa! ¡De donde eres?- Me dice con total naturalidad una chica morena,de pelo ondulado y ojos verdes.
Me quedo un poco extrañada ante su comentario,pero aun así consigue arrancarme una sonrisa.
- Gema! No le digas eso que me la asustas!- Le riñe cariñosamente Sara.
-Perdón,perdón,yo era por preguntar algo. Disculpa si te he molestado-Me dice mientras me dedica una sonrisa.
-O,no pasa nada. Me llamo Sandra y soy de un pueblecito llamado Luroz- Es la primera vez que vengo a San Sebastián-
-Pues bienvenida. Esto te va a encantar. En general somos gente maja,menos Gema que es un poquito cotilla- Añade rápidamente antes de que la aludida le dé un pequeño golpe con su mochila.
-¡ Oye,de cotilla nada,solo intento ser amable!-Dice Gema mientras se lanza encima suya y,entre risas,le pega un beso en la mejilla.
Me paso el resto del recreo hablando con ellas y,conforme voy viendo un poco mejor como son,me doy cuenta de que me caen muy bien. Sara es muy extrovertida y graciosa,pero es un poco vaga en los estudios y por eso sus amigas le dan una reprimenda alguna vez,según parece. Gema es más responsable y muy segura de si misma y Lola es más tímida,pero es una crac en los estudios y,conforme voy hablando un poco más con ella,parece que se va soltando un poco más y se vuelve más extrovertida.
No se puede considerar que ya seamos amigas,pero me alegra haber estado acompañada en mi primer recreo en el nuevo instituto. Intercambio los teléfonos con ellas y seguimos hablando de mil y una cosas. Comienzo a sentirme más agusto y empiezo a ser yo misma y a hablar con ellas con total naturalidad.
Hasta que de repente,mi estado de clama y sosiego se destroza al verle a él una vez más y mi corazón comienza a martillear en mi pecho mientras giro la cabeza para ver como camina por la hierba en acompañado por unos cuantos chicos,entre los cuales me sorprende ver a mi hermano Leo. Observo como camina ágilmente y como su pelo está un poco despeinado debido al viento,haciéndolo bastante guapo. Es la primera vez que me doy cuenta de lo alto que es en realidad,ya que les saca una cabeza a todos los chicos del grupo,incluido mi hermano. Me encantaría ponerle una mano en el pelo y peinarle con mis dedos.Lo único que no entiendo es por qué me fijo tanto en él. Solo es un chico más,un nuevo amigo de mi hermano pero hay algo que...En fin,que me desconcierta y que me atrae hacia él.
-Uo uo uo! Sandrita ya le ha echado el ojo a un chaval- Dice Gema emocionada.
- Para mí que está mirando a el nuevo, Leo. Es muy guapo.-Dice Lola en voz baja
- Como va a gustarle ese si es su hermano- Le dice Sara un poco divertida.
- Ah...Es ¿ Es su hermano? No lo sabía-Dice Lola roja como un tomate al darse cuenta de lo que ha dicho. Pero Sandra no presta atención porque su cerebro y su corazón están en otra parte.
-No seáis tontas,esa cara de embobada y esos ojillos los pone por Daniel,está claro. No me extraña porque el chaval es majísimo y está como un queso- Dice Sara como si fuese obvio.
Sin saber por qué, a Sandra le da un vuelco el corazón al oír ese nombre,aunque ni siquiera sabe si es el suyo.
Se da la vuelta,aún embobada.
- ¿ El chico de pelo marrón y ojos azules se llama Daniel?
-Claro,Daniel Castillo,es un cielo de chico,no me extraña que te guste.- Dice Sara
-Esto..No me gusta- Respondo con rotundidad.
-Claro que no...Si tu lo dices... Pero tus ojos no decían lo mismo- Dice entre carcajadas.
Me vuelvo a girar y lo miro, gravando en mi memoria cada detalle de su cuerpo,como si fuese una imagen sobre el agua que se desvanecerá en cuanto sople la más mínima ráfaga de viento.
Él es mi ángel,siempre lo será,pero por lo menos ahora puedo darle un nombre: Daniel.

Nombre elegido

Chicaaaas! He esperado un poco para que me mandaseis todos los nombres que queríais para mi personaje. He recibido unos cuantos por correo y en comentarios así que muchísimas gracias!!!!.
Ya tengo un ganador que ha recibido(por así decirlo) 6 votos y por eso ha sido elegido. Espero que os guste el nombre,que saldrá en el próximo capitulo que colgaré HOY A LA NOCHE SIN FALTA.
Lo prometo =).
Muchos besos chicas.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Nuevo nombre

Ola chicas!!! 
Estoy empezando a escribir un nuevo capítulo de la novela y tengo una pregunta para vosotras:
¿Qué nombre os gustaría para el personaje "misterioso" ? Me refiero al chico que va a la misma clase que Sandra. Me encantaría que me dijeseis qué nombre os gusta para poder elegir uno.
Como no tengo muchas seguidoras os pido por favor que les digáis a vuestras amigas que se pasen y comenten,para que tenga más nombres entre los que elegir. 
Muchas gracias por todo. ¡ Sois las mejores !

Comenzando de nuevo

Estoy flotando sobre una gran masa de algún liquido. No es agua,de eso estoy segura. Es como flotar sobre plata líquida. Estoy rodeada de un líquido plateado. Mis ojos están cerrados. Me siento pesada,cada vez más hasta que,de repente,me hundo en las profundidades de este espeso mar. Abro los ojos y,por alguna razón,no me molesta mantenerlos abiertos. Me siento muy tranquila y serena,mi mente está en blanco. Entonces oigo un ruido. Giro la cabeza en la dirección del ruido y le veo, a él: A mi ángel. Está nadando hacia mí ágilmente. Sus brazos realizan movimientos amplios en total coordinación con sus piernas. Me fijo en que sonríe,una sonrisa dulce y sensual. Me pierdo en su mirada y,para cuando me quiero dar cuenta,ya se encuentra al lado mía. Lo tengo delante,a tan solo unos pocos centímetros de mi´. No mueve ya los brazos ni las piernas,y yo tampoco,pero aun así nos mantenemos quietos en las profundidades de este mar. Dejas de sonreír y vuelvo a fijarme en tus ojos. Me miras con ternura,con una ternura impresionante,pero no como la de una madre,es un tipo distinto de cariño. Nunca nadie me había mirado así,pero me encanta. Me siento querida y apreciada,es una sensación muy agradable. De repente me doy cuenta de que estás moviendo las manos. Siento tu contacto sobre mis manos,que acabas de entrelazar con las mías. Mi respiración comienza a acelerarse. Un momento,¿ como es que puedo respirar'?Es otro misterio. Desvío mi mirada desde tus ojos hasta tus manos,para ver como estás sujetando las mías. Me encanta como nuestras manos encajan,como si fuesen  dos piezas de un puzle que solo pueden encajar así, no pueden juntarse con ninguna otra pieza. Vuelvo a dirigir mi mirada hacia tus ojos,que siguen mirándome con ternura. No decimos nada,ni siquiera sé si puedo hablar, pero sobran las palabras en este momento. De repente algo llama tu atención y te sobresaltas. No sé qué ocurre,pero yo también me asusto un poco. Intento tomar aire profundamente para calmarme,pero me doy cuenta de que,de repente,no puedo respirar. Siento otra vez esa sensación de calor en el pecho. Mis pulmones queman en mi pecho y vuelvo a sentir angustia. No,no quiero que ocurra otra vez,no quiero ahogarme,no quiero. Me miras con preocupación y,sin previo aviso,me agarras una vez más de las manos. Comienzas a tirar de mí con mucha fuerza mientras nadas rápidamente hacia la superficie lejana. Me dejo llevar por ti,que cada vez nadas mas rápido. Cada vez me encuentro peor y el ardor en mis pulmones es mayor. Veo como nos acercamos hacia la superficie y,con un último y fuerte tirón,me sacas fuera de este líquido plateado.Por fin consigo respirar y me doy cuenta de que ya no estamos rodeados de líquido. Ahora nos encontramos en tierra firme,en una especie de prado. ¿ Como ha podido desaparecer todo el líquido tan rápidamente? Me miras una vez más y yo te devuelvo la mirada. Esta vez me miras con preocupación. Me doy cuenta de que todavía sujetas mis manos temblorosas. Sueltas una de ellas y me acaricias suavemente la mejilla. Me doy cuenta de lo guapo que eres bajo la luz del sol. Empiezas a inclinarte sobre mí, cada vez te tengo más cerca. Comienzo a pensar. Solo te conozco desde hace un día,no sé nada de ti,ni siquiera tu nombre y ya estás acariciándome. Lo peor es que no me importa,es más,me gusta. Interrumpo mis pensamientos porque veo que ya solo nos separa medio palmo. ¿ Estoy a punto de besar a un completo desconocido? Debo de estar volviéndome loca del todo. Solo me han besado una vez en toda mi vida, y era un chico al que conocía desde hace años, y ahora me voy a besar con un completo desconocido,pero a una parte de mí no le importa. De repente todo se estropea. Ahora apareces tú,al otro lado del prado, con cara de preocupación. Lucas.Te miro y luego me giro para mirar al desconocido, y me doy cuenta de que el tiempo se ha congelado. Él está quieto,no se ha acercado más a mí,está inmóvil. En cambio tú si pareces poder moverte,es más,caminas hacia mí. Estas hablando.
-¿ Que haces Sandra? Creía que eras mi novia y ahora estás a punto de besar a una completo desconocido delante mía.- Dices enfadado.
Estoy muy confusa,pero consigo hablar.
-¿ Novia?  Como puedes decir eso. Me besaste y luego hiciste lo mismo con Ana. Estabas jugando conmigo-Le hecho en cara
Ahora pareces divertirte y sonríes.
-Es que se me olvidó decirte que lo nuestro es una relación abierta, no soy solo tuyo,¿sabes?- Me dices en un tono muy burlón. Estás disfrutando con todo esto.
Me enfurezco. No puedo creer lo que acabo de oír. ¿ Una relación abierta? Me siento furiosa y lo odio por lo que hizo y por lo que está diciendo ahora.
De repente te acercas a mí y me sujetas por los hombros.
-Venga cielo,no te enfades,mis labios pueden besaros a las dos-
Te acercas aún más y averiguo lo que intentas hacer. Esta vez no lo conseguirás. No volveré a ser tu juguete,no esta vez.
Forcejeo y consigo que me sueltes y,con un movimiento rápido,te suelto un puñetazo en la cara.Justo en ese momento pareces desintegrarte. Tu cuerpo entero se convierte de repente en polvo dorado y comienza a esparcirse por el aire,siendo arrastrado por el viento. No parece importarme,es más,me siento genial. El odio que siento por ti es ahora mayor después de lo que acabas de decir. Me  dirijo rápidamente hacia mi ángel de nuevo. Sigue parado como una estatua,inmóvil inclinado ligeramnete hacia delante.
 Oigo una voz que llena toda la estancia." No lo hagas" Dice la voy de Lucas como si estuviese leyendo mis pensamientos. " HARÉ LO QUE ME DE LA GANA,TU NO ME CONTROLAS Y NO TE DEBO NADA" Pienso enfurecida. 
Alargo las manos enérgicamente y las coloco sobre las mejillas de mi ángel,agarrándole la cara. Dudo durante unos instantes,pero luego me lanzo y,con un movimiento rápido, le beso dulcemente en los labios. Cierro los ojos y disfruto del sabor de sus labios,que son dulces y que me encantan, y me doy cuenta de que él me está devolviendo el beso,ahora se mueve. No me da tiempo a abrir los ojos para ver si es cierto que ha vuelto a moverse,porque en ese mismo momento,las oscuridad lo embarga todo" 

Me despierto agoviada,temblorosa y confusa. Me levanto de la cama y me siento. Las sábanas están totalmente arrugadas,he debido de moverme mucho mientras dormía. Me siento rara. No se si estaba viviendo un sueño o una pesadilla y creo que me estoy volviendo loca en mis sueños. Y nunca besaría a un chico al que acabo de conocer,no soy de ese tipo de personas,no me siento cómoda haciéndolo,asi que no me puedo creer que en mi sueño estuviese besando a mi salvador. Lo único bueno del sueño es que yo le daba  su merecido a Lucas y me sentía bien,me sentía poderosa. Miro el reloj que llevo en la muñeca.Mierda,son las siete y cuarto de la mañana,tengo que levantarme. No quiero llegar tarde a mi primer día de instituto asi que he puesto el despertador bastante pronto. Me levanto con un humor bastante bueno. Tengo ganas de hacer amigos nuevos,pero por otro lado no creo que sea capaz debido a mi timidez y,bien pensado,la idea de empezar de nuevo para olvidarme de Ana y de Lucas es un poco complicada. Dedico arreglarme un poco,quiero causar una buena impresión,aunqeu no creo que eso sirva de mucho. Decido ponerme una preciosa falda de volantes que tengo y una camiseta que me encanta. Me dejo el pelo suelto,así me siento más segura. Me dirijo a la cocina para desayunar. Mi madre ha hecho tortitas,supongo que para animarme. Como algo distraida,mientras ella habla.
-¿Lista para tu primer dia en el nuevo instituto?- Me pregunta emocionada
-Supongo que sí- Digo suspirando
Leo entra en la habitación. Se nota que él también se ha puesto guapo,porque lleva el pelo perfectamente peinado,cosa muy rara en él. Parece bastante contento y no me extraña. Para Leo hacer amigos es extremadamente sencillo debido a su caracter alegre y extrovertido. Maldita sea la genética por haberme hecho tan distita a él. Termino de desayunar y cogo mi mochila,que apenas contiene un estuche y dos libros ya que el resto todavía me los tienen que dar allí. Me miro en el espejo de la entrada de la casa. Tengo cara de miedo. Me dirijo a mi misma una mirada segura,para darme confianza. Suspiro y abro la puerta seguida de Leo.
 Atravesamos juntos el camino que lleva hasta la valla de la entrada y la abrimos. Entonces una señora de unos cuarenta y cinco años se cruza en nuestro camino junto con un chaval de mi edad. Me fijo en el chico,que en cuanto me ve agacha la cabeza. Tiene el pelo rizado y castaño,pero no veo sus ojos.
- Buenos dias- Dice alegremente la señora que acompaña al muchacho
-Buenos días- Respondo esbozando la mejor de mis sonrisas
Entonces el chaval levanta la cabeza y me mira. La mirada solo dura un instante,pero me da tiempo a fijarme en que tiene los ojos claros,aunque no sé exáctamente de qué color. Me mira con timidez,una timidez increible,pero a la vez con admiración,aunque no sé por qué.  Aparta la mirada rápidamente y yo continuo caminando junto a Leo,sin darle mayor importancia al asunto,pero un tanto confusa.
Caminamos durante apenas diez minutos en silencio. Leo se dedica a mirar hacia todas partes,fijándose en cada detalle de la nueva ciudad. Yo camino distraida. Noto como un sudor frio me recorre el cuerpo. Estoy demasiado nerviosa y eso que todavía no hemos llegado al instituto. Por fin diviso a lo lejos un edificio alto,de color blanco y rodeado de un amplio jardín. No cabe duda de que es mi instituto,es idéntico a las fotos que he visto. Nos acercamos rápidamente y,en cuanto llegamos,empiezo a ver a un montón de adolescentes hablando en corros,y eso hace que me sienta terriblemente incómoda. Atravesamos en silencio todos los corros de gente que hablan animadamente sobre el fin de semana. Todo el mundo nos mira al pasar,saben de sobra que somos nuevos,pero nadie se acerca a saludarnos. Cada vez me siento peor y me dan ganas de salir corriendo de allí,aunque no lo hago.
-Tengo que irme ,que tengo gimnasia y aún tengo que encontrar el gimnasio- Me dice Leo con una tímida sonrisa.
-Vale,buena suerte enano- Le digo cariñosamente mientras le doy un beso en la mejilla.
Observo como Leose aleja de mí rápidamente y no puedo evitar sentirme desprotejida.
Genial,ahora me he quedado totalmente sola,asi que decido dirijirme hacia la entrada. Entro en el edificio y atravieso los largos pasillos cubiertos de posters y corchos informativos.El instituto me parece más bonito que el que tenía antes,no solo porque es más grande,sino por que está decorado con murales,lo cual hace que parezca un lugar mas entretenido. Me paro en medio del pasillo para consultar en el papel que tengo el número de mi clase. Entonces alguien me toca el hombro.
-¡ Hola! Encantada,me llamo Sara-Dice una chica de voy cantarina que me sonríe dulcemente.
-Hola-Digo mientras sonrio- Yo soy Sandra,la nueva,encantada-
-¿No encuentras tu clase? No me extraña,esto es un lio de sitio.Acompáñame que estamos en la misma clase-Dice mientras me agarra del brazo con total naturalidad y me arrastra por un pasillo.
-Va va vale- Tartamudeo sorprendida.
Esta chica me cae bien,es natural y extrovertida,ojalá yo fuese así. Se parece mucho a ...No,mejor no pensar en eso. Me dejo llevar por los pasillos hasta que Sara se detiene frente a un aula.
-Este es tu nuevo hogar. Bienvenida- Me dice solemnemente mientras realiza una reverencia cómica.
-Muchísimas gracias-Respondo algo cortada.
Entro en clase y dejo mis cosas en una de las mesas al fondo de la clase,así pasaré un poco desapercivida.
Me agacho para dejar la pesada mochila en el suelo y, al levantarme,choco con alguien.
Me giro para disculparme.
-Upss..Perdona, no te había vis...-Me interrumpo al ver quien es.
Estoy mirando otra vez esos ojos azules y ese pelo marrón,es él,no hay duda. No me puedo creer que esté viendole otra vez,nunca creí que ocurriría. Mi corazón da un salto,no sé muy bien por qué me ocurre eso,pero ocurre. No debería sentirme así,al fin y al cabo ni siquiera te conozco. Siento como mis piernas flaquean y otra vez siento un terrible calor en la cara. Observo como de repente empiezas a sonreír al ver mi cara sonrojada. Me fijo en tu sonrisa,esa sonrisa preciosa. Es la sonrisa de un ángel: De mi ángel.

martes, 11 de diciembre de 2012

Nuevo capítulo

Chicaaas : Perdón por no haber subido nada en un tiempo pero es k he estado muy liada.
Pero...Aki viene la buena noticia:
¡Mañana subo un capítulo nuevo!!!! Lo prometo. Gracias y hasta mañanaaaa

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Mi ángel de la guarda


Cuando por fin llega la hora de dormir estoy agotada. Llevo toda la tarde desembalando objetos y muebles y metiéndolos dentro de la nueva casa. No hemos acabado de colocar todo en sus sitio,pero mi habitación,que se encuentra en el segundo piso,está prácticamente terminada. Mi madre ha querido que se pareciese lo máximo posible a la que tenía en el pueblo,de eso estoy segura. La cama está situada al lado de la ventana,como era antes. Me encantaba levantarme y abrir la ventana desde mi cama,sacar la cabeza y respirar el aire puro de la mañana. Ahora supongo que no será lo mismo porque no será,aunque suene estúpido,"el mismo aire". Será aire de ciudad,no el aire fresco con olor a hierba y humedad que había en todo el pueblo. Echaré de menos ese olor todos los días.
También la habitación está pintada del mismo color que la del pueblo, rosa claro. La única diferencia es que la pared no está llena de fotos,posters o dibujos. Siempre me ha gustado llenar las paredes de cosas,me hace sentir que el cuarto es mio,porque lo personalizo y lo lleno de lo que a mi me gusta. Es mi refugio,mi lugar de reflexión. No tardaré mucho tiempo en decorar también las paredes de este sitio,pero no será lo mismo. En mi antiguo cuarto había dibujos de cuando yo tenía dos años,en este no hay nada. Tendré que empezar en estas paredes un nuevo capítulo de mi historia, ilustrado con nuevos dibujos y nuevos recuerdos. Será divertido,supongo.
Me tumbo en la cama con mis cascos puestos y enciendo el mp4. Pongo la música y cierro los ojos. Al instante me doy cuenta de que ha sido una mala idea. Miles de imágenes comienzan a formarse en mi cabeza. Veo a Lucas besando unos labios que no son los mios, veo a Ana conmigo en el parque,cuando me dijo que sabía que me gustaba Lucas y se lo tuve que confesar,veo su sonrisa comprensiva al contárselo y no veo,pero siento,una punzada en el corazón. Abro los ojos y quito la música. Ya es suficiente. Me doy cuenta de que no estoy en absoluto preparada para hablar con Ana,pero decido encender el móvil para ve si me ha intentado llamar por lo menos. En cuanto meto el pin y el móvil se enciende, empiezo a oír el sonido de las llamadas perdidas. Una,dos,tres y cuatro veces suena el maldito tono. Tengo cuatro llamadas,todas del móvil de Ana,pero no me ha dejado ni un mensaje. Decido volver a apagar el móvil. Dentro de unos días le llamaré,cuando ya me haya calmado un poco y sea capaz de razonar con ella,es lo mejor que se me ocurre hacer ahora mismo. Se ha hecho tarde y ya es de noche. Estoy agotada,asi que decido intentar dormir.
En cuanto me tumbo en la cama y cierro los ojos,me duermo. Es un alivio,porque no me da tiempo a pensar en nada y las imágenes de lo que pasó no atormentan mi mente. Tampoco sueño con ellos,ni siquiera me acuerdo de qué he soñado. Solo sé que me despierto tarde. Me asusto pensando que llegaré tarde a mi primer día en mi nuevo instituto,pero luego me doy cuenta de que hoy es Domingo. Como tengo el día libre,decido irme a la playa. Nunca he estado en la playa,mas que cuando íbamos de vacaciones e incluso entonces, no solía bañarme mucho. Eso ahora me da igual. No tengo nada que hacer y quiero mantenerme ocupada para no pensar en otras cosas que no sean el instituto o la nueva ciudad. Mis padres y Leo se van a ir a ver el centro de la ciudad,pero yo prefiero pasar mi primer día en la ciudad en un sitio más tranquilo.
Vivimos al lado de la playa así que no me cuesta mucho trabajo llegar. Me he vestido con unos pantalones vaqueros cortos, una camiseta de tirantes y unas sandalias. Llevo el vikini puesto,pero no creo que lo use. Estamos a finales de Septiembre,pero aquí hace muy buen tiempo. En Luroz hace frió en esta época del año,ya que es un pueblo de montaña,pero aquí puedo ir con poca ropa y no pasar nada de frío. El calor no es algo que me desagrade y lo prefiero al frío.  " Punto positivo para San Sebastián" pienso.
Llego a la playa y me encuentro con que no hay mucha gente,lo que significa que mi idea de un dia tranquilo va a funcionar. Supongo que será porque el cielo está nublado. No llueve y hace calor,pero el sol no brilla
Dejo el bolso en un sitio libre cerca del mar, lo más lejos posible de la poca gente que hay en la playa. Solo veo a un grupo de chicos,mas o menos de mi edad,con unas tablas de surf y el traje de neopreno. Parece que van a irse,porque están recogiendo sus cosas. Además están lejos de mí,así que podré pasar el día en completa tranquilidad. Me quito la camiseta y los pantalones y me quedo en vikini. No suelo llevar bañador,ya que en el pueblo nunca lo he necesitado, pero la verdad es que me gusta como me queda ,de algo me sirve estar delgada,aunque siempre he pensado que soy un poco flacucha.
Me tumbo de espaldas en la toalla y me dispongo a leer un libro. Me aislo totalmente del mundo y por fín consigo desconectar un poco. Se nota que,aunque esté nublado,hace calor y empiezo a sudar. El calor es soportable al principio,pero al final no puedo aguantarlo y decido darme un baño. Me levanto del suelo y me doy cuenta de que ahora si que estoy sola en la playa,pues los únicos chicos que había visto antes se han ido. Comienzo a caminar hacia el mar lentamente. En cuanto una ola un poco mas grande que las demás me roza el pie,me doy cuenta de que el agua está bastante fría,pero no voy a cambiar de opinión ahora. Sigo queriendo bañarme porque sigo estando sofocada. Me adentro unos pocos pasos en el agua helada,hasta que siento como me llega hasta mas arriba de las rodillas. Decido que ya que he venido hasta aquí, merece la pena nadar un poco. Doy un paso más,y otro,y otro hasta que el agua me llega hasta el ombligo. Es entonces cuando algo me recuerda a él. Hay un pez cerca de mis pies. Lo veo a través del agua cristalina. Un pequeño pez que nada velozmente a mi alrededor. Un pez de color verde,del mismo verde que sus ojos. Los recuerdos de aquella noche vuelven a llegar a mi cabeza y la vuelven loca. Me estaré volviendo loca,porque ahora hasta un pez me recuerda a tí y a tus preciosos ojos. Cierro los ojos para intentar calmarme,pero eso solo empeora las cosas. Ahora la imagen de tu cara es aún mas nítida dentro de mi cabeza. te veo como si te tuviese delante. Estás sonriendo,como siempre,pero no es la misma sonrisa dulce que solías dedicarme.En mi mente me sonríes de manera maliciosa,te ríes de mí como si fuese una idiota a la que acabas de estafar. Incluso con los ojos cerrados,una lágrima escapa una vez más de mis ojos. Estoy desesperada,no aguanto más esta situación. Cada vez que cierro los ojos,allí estas tu,ocupando mis recuerdos. Ni siquiera manteniéndome ocupada  consigo alejarte de mis pensamientos y no puedo seguir así.
Me he adentrado más en el mar,casi sin darme cuenta, y ahora mis pies no tocan el suelo y me encuentro flotando sobre las olas. Tomo aire y me dispongo a sumergirme en las frías aguas,para ver si así me despejo y tu imagen se ahoga en el agua,abandonando mi mente y dejándome tranquila de una vez por todas.
Me hundo en el agua,dejando que el frío del mar me calme y me despeje.Cuando salgo a la superficie me encuentro algo mejor. Abro los ojos por fin y algo me inquieta. Estoy muy lejos de la orilla,demasiado lejos. No he podido nadar tanto yo sola,el agua me ha arrastrado. Comienzo a nadar para volver a la parte menos onda de la playa,pero no lo consigo. Por mucho que nade una nueva ola me arrastra ora vez a las profundidades del mar. Comienzo a sentirme asustada y cansada. Nado con mas ímpetu para conseguir ganarle la partida a la fuerza del mar,pero no consigo nada, solamente me canso más. De repente una ola me derriba y me hundo en el agua. La cabeza me da vueltas y,no se como,pero vuelvo a encontrarme en la superficie del agua,pataleando y luchando por mantenerme a flote. Ahora estoy aún más lejos de la orilla que antes. Estoy realmente asustada. Abro la boca,pero una nueva ola ahoga mi grito y me obliga a toser,pues acabo de tragar una gran cantidad de agua. Una vez más vuelvo a hundirme bajo el agua,pero continuo pataleando y moviendo los brazos. Los segundos pasan y esta vez no consigo volver a la superficie. Mantengo los ojos cerrados mientras estoy bajo el agua. Tu imagen vuelve a surgir en mi mente. Te veo otra vez,pero tu sonrisa vuelve a ser la de siempre. No siento la falta de oxígeno y no sé cuanto tiempo llevo dentro del agua,lo que se es que ya no encuentro fuerzas para patalear y ahora estoy inmóvil. Sigo viendo tu carita de ángel en mi cabeza. Siento,una vez más,una gran tristeza. No estoy segura,pero creo que las lágrimas están abandonando mis ojos,mezclándose con la inmensidad del agua del mar. Por una vez nadie será capaz de ver mis lágrimas,así que dejo que salgan de mis ojos, no las detengo. Sigo intentando salir a la superficie,no me rindo,pero no lo consigo. Comienzo a sentir como mis pulmones notan la falta de aire. Me quema el pecho y tengo una agonía terrible. Me estoy ahogando y no consigo hacer nada. De repente dejo de percibir todo lo que hay a mi alrededor. Es como si el agua hubiese dejado de zarandearme y ahora estuviese flotando en el aire. Abro los ojos y descubro que sigo dentro del agua. " Me estoy muriendo"pienso aflijida. " Lo siento mucho mamá,lo siento papá,lo siento Leo" pienso tristemente. De repente salgo de ese estado de calma y siento como algo me agarra de la muñeca. No opongo resistencia y dejo que tiren de mí. Dejo de sentir el agua alrededor mía,pero soy incapaz de hablar o moverme y mucho menos de respirar,así que vuelvo a sentir una gran presión en el pecho. Ahora no me agarran de la muñeca,creo que me tienen en brazos,porque noto algo en mis piernas y mi espalda,creo que son unas manos. Ya no  aguanto más la falta de aire e intento desesperadamente respirar. Abro la boca y lo único que consigo es toser como nunca había tosido. Mi cuerpo se convulsiona violentamente mientras lo hago,pero por mucho que tosa,sigo sin poder respirar. Ahora noto como me depositan en el suelo. Siento la arena en mi piel desnuda. De repente no sé que ocurre,pero toso una vez más y un buen montón de agua sale disparado de mi boca y llega al suelo. De repente noto los pulmones mucho mejor. Estoy desesperada por respirar y abro la boca todo lo que puedo. Por fin siento como el aire llega a mis pulmones y comienzo a tomar grandes bocanadas de aire. Abro los ojos cuando consigo calmarme un poco. Tenía razón.Estoy tumbada en la arena.Veo el cielo encima mía y estoy algo confusa. Me fijo más atentamente y me doy cuenta de que alguien me mira desde lo alto. Es un chico,mas o menos de mi edad, que me observa con mucha preocupación en la cara. Es guapo,pienso en un primer momento. Su pelo marrón es liso y le tapa parte de la frente,pues es algo largo. Me fijo en sus ojos,pero al instante aparto la mirada de ellos. Son azules,los ojos más azules que he visto. Son de color azul celeste,muy claros. Ojalá pudiese fijarme más en ellos,pero me recuerdan demasiado a los de él,aunque sean de distinto color y por eso aparto la mirada. No se como,pero consigo hablar.
-¿ Que...que ha pasado?- Consigo decir.
-Estabas en el mar,bañándote y he visto que tenías problemas,así que he decidido ir a ver que ocurría y me he encontrado con una chica medio ahogándose en medio del mar- Dices tú,el desconocido.
me levanto y el chico intenta impedírmelo,argumentando que va a llamar a una ambulancia y que no me mueva hasta que no lleguen los médicos.
-No.No es necesario. No quiero asustar a mis padres y además me encuentro perfectamente- Digo mientras me incorporo.
Su cara pasa a ser de alivio,no de preocupación.
-Bueno,si así lo prefieres,no llamaré a nadie,pero tienes que explicarme que hacías en el agua. ¿ Acaso acabo de presenciar un intento d suicidio?- Preguntas en un tono divertido mientras esbozas una radiante sonrisa de dientes perfectos.
-No...que va. Solo quería bañarme porque tenía calor y...-
-¿ Bañarte? ¿ Lo dices en serio?-
-Si,tenía calor y no se me ocurre otra forma de refrescarme- Contesto un poco molesta ante la pregunta.
Sonríes de nuevo.
-No lo digo por eso, me refiero  a que hoy hay bandera roja,no puedes bañarte porque la resaca es muy fuerte.- Dices poniendo los ojos en blanco- Podías haberte matado- Añade en tono preocupado
-Ah! Yo..esto...no lo sabía- Digo avergonzada. Ahora me siento una estúpida porque ni siquiera he tenido la brillante idea de mirar si podía bañarme o no. Me siento como una paleta de pueblo y noto como el calor llega a mis mejillas. Probablemente ahora esté totalmente roja.
Veo como de repente me miras y pareces divertirte. Seguro que te has dado cuenta de lo roja que estoy y por eso me miras con una cara tan divertida. Escondo la cabeza para que no veas que me he sonrojado.
-No pasa nada, pero la próxima vez ten más cuidado- Me dices en un tono un poco más serio.
-Vale,prometo que la próxima vez que vaya a la playa procuraré no poner mi vida en peligro inútilmente para que un chaval no tenga que venir a salvarme el pellejo- Digo intentando parecer amigable- Por cierto,¿como me has encontrado en el agua? -
- Pues la verdad es que has tenido suerte  de que un chaval tan apuesto y atlético como yo estuviese paseando por la playa justo en ese momento- Comienza a decir en un tono cómico y con fingida chulería.
Pongo los ojos en blanco,él se ríe y continua.
-iba paseando por la playa, necesitaba estar solo- Dices en un tono triste y,por primera vez desde que empezamos ha hablar,tu tono de voz se vuelve algo sombrío- Estaba mirando el mar,que estaba vació ya que no se podía bañar nadie. Entonces me sorprendió ver que si que había alguien en el agua,pero pensé que sería un socorrista comprovando la resaca o un submarinista,pero me equivoqué.No le di importancia y seguí caminando. Entonces,un minuto mas tarde,decidí volver a mirar y,donde antes estabas tú,solo vi agua y,de repente, me di cuenta de que estabas pataleando porque vi agua salpicando el cielo. Pensé que quizás tenías problemas,normalmente la gente no se pega debajo del agua tanto tiempo,¿sabes?-Añades en tono gracioso otra vez. Ya no queda ni rastro del tono sombrío que acabas de emplear hace unos segundos.- Entonces decidí ir a ayudarte porque no tenía  muy buena pinta la situación- Añades
-¿ Como se te ha podido ocurrir venir a por mí? No estabas seguro de si estaba en apuros y podías haber muerto tu.- Le digo con un tono de preocupación. Me asusta la idea de que una persona hubiese podido morir por mi culpa y por una imprudencia mía.
-¿ Y dejar que te ahogaras delante de mis narices? Mira,tu no me conoces,pero te puedo asegurar que nunca me lo perdonaría si alguien muriese delante mía y yo no hiciese nada para ayudarle aunque tuviese la oportunidad de hacerlo. No soy esa clase de persona. Además, ha merecido la pena- Dices esbozando una gran sonrisa pícara.
Al instante me pongo roja como un tomate y oigo tu risa, una risa bonita y dulce,pero que hace que me sonroje aún más.
- Esto...Bueno,que te lo agradezco mucho. Me acabas de conocer y ya me has salvado la vida- Admito mientras sigo con el ardor en mis mejillas.
-Es lo menos que podía hacer...Joder,ni siquiera se tu nombre-
-Sandra- Digo mientras sonrío por su comentario
-Pues ha sido un placer salvarte la vida,Sandra-
No puedo evitar reír ante ese comentario. Decido por fin mirarte a los ojos porque,aunque me recuerden a los de Lucas,tu no eres la misma persona y lo menos que te mereces es que te mire a la cara. En cuanto levanto la cabeza,tu mirada se encuentra con la mía. No me había equivocado al pensar que tienes los ojos azules más bonitos que jamás he visto. Son ojos brillantes y es como si pudiese verte el alma a través de ellos. Me quedo embobada mirándolos y me doy cuenta de lo guapo que eres. Me doy cuenta de que tu también me estabas mirando. Me miras de una forma distinta,no como hace unos segundos. Distingo algo en tu mirada...¿ asombro? No sé que es,pero me gusta aunque me hace sentirme pequeña.
En ese momento hablas y me veo obligada a abandonar mi estado de total embobamiento para prestarte atención.
-Bu bu bueno- Tartamudeas- Encantado de conocerte, Sandra la sirenita-
-Lo mismo digo- Añado mientras te levantas y das media vuelta.
-¿ Seguro que no quieres que llame a nadie?-Preguntas al tiempo que te detienes y giras la cabeza en mi dirección
-No,tranquilo. Estoy perfectamente-
-En ese caso me voy. No quiero llegar tarde a casa- Añades con una sonrisa.
Observo como comienzas a caminar y me quedo contemplando como te alejas. No puedo evitar hacerme una pregunta¿ Volveré a verle algún día? No sé por qué,pero quiero volver a verle. Caigo en la cuenta de que durante todo el tiempo que he estado hablando con..."  Mierda.No le he preguntado su nombre"pienso. Bueno,durante todo ese tiempo ha conseguido que no pensase en Lucas ni en Ana y eso es reconfortante. Es mi medicina, una pastilla que me hace olvidar lo malo,una pastilla adictiva,según parece.
Paso cinco minutos observando como el sol se pone y luego me dirijo de vuelta a casa. Es tarde y ya han sido suficientes emociones por un día.
Camino lentamente por las calles durante diez minutos antes de llegar a mi nueva casa. Antes de entrar por la puerta ya me doy cuenta de que  no hay nadie en casa,pues no hay ninguna luz encendida y ya es de noche. Saco las llaves del bolsillo y me cerco a la puerta. La abro con la llave y,cuando voy a entrar,veo de reojo un destello procedente de una ventana cercana. No le doy ninguna importancia y entro en la casa. Me siento en el sofá y enciendo la tele. Me doy cuenta de que no he puesto a secar mi bañador,así que lo recogo y salgo otra vez por la puerta en dirección al tendedero del jardín. Es entonces cuando veo que,en la valla de entrada a casa,hay un papel. Me acerco pensando que será una nota de bienvenida de los vecinos. Cuando la abro me doy cuenta de que no lo es. Es una pequeña nota,escrita a mano.

Tienes los ojos más bonitos que he visto en mi vida.
Firmando: 
Tu ángel de la guarda

domingo, 2 de diciembre de 2012

El comienzo de mi nueva vida

Me esfuerzo en intentar dormir,pero por mucho que lo intente, las sombras de mis recuerdos me impiden hacerlo. Recuerdo su sonrisa, sus ojos e incluso su beso y por un momento me siento bien.Luego recuerdo sus mentiras,su forma de utilizarme y su forma de jugar conmigo y vuelvo a sentirme decepcionada y utilizada. Decido que lo mejor que puedo hacer es apagar el móvil para desconectar del mundo e intentar dormir, ya que mañana me espera un largo viaje.No sé cuanto tiempo me paso dando vueltas en la cama,pero,inexplicablemente, acabo durmiéndome. Parece que apenas han pasado unos segundos cuando me despierto con el sonido del despertador,pero lo cierto es que han pasado cerca de ocho horas. Son solo las seis de la mañana,pero he de madrugar para llegar pronto a San Sebastián y poder instalarme a tiempo.

El primer pensamiento que tengo es sobre Lucas,sobre Lucas y sobre Ana y sobre todo lo ocurrido. Me doy cuenta de que se humedecen los ojos y decido apartar esos recuerdos de mi mente antes de que una lágrima salga de mis ojos. Me dirijo al armario y decido ponerme unos vaqueros para estar cómoda durante el largo trayecto. También me pongo una sudadera colorida,de esas que tanto me gustan. Me dirijo al baño y, al igual que el día anterior,miro mi cara reflejada en él. Hoy no veo a una chica triste,sino a una chica cansada y decepcionada. Me ducho y me peino rápidamente y me maquillo lo justo. Bajo las escaleras sigilosamente para no despertar a mis padres ni a mi hermano. Ellos no se levantarán hasta dentro de media hora,pero yo quería tiempo para estar sola,así que me he levantado antes. Me preparo el desayuno. Hoy decido tomar cereales,que es lo que menos tiempo me lleva preparar. Me siento cansada, no físicamente,pero si anímicamente. Me he propuesto pensar en positivo. No me comeré la cabeza pensando en que mi mejor amiga y mi enamorado me han decepcionado terriblemente,sino que pensaré que hoy comienzo una nueva vida dejando atrás a gente que he averiguado que no valen la pena. Encontraré gente mejor que ellos,que sean realmente buenos amigos,aunque no creo que vaya a ser tan fácil teniendo en cuenta mi dificultad para ser sociable y extrovertida con gente que no conozco.
Después de desayunar rápidamente y sin mucho entusiasmo,subo las escaleras hasta mi cuarto de nuevo. Saco la gran maleta que guardo bajo mi cama. Comienzo a revisar que he metido dentro todas las pertenencias que no iban dentro del camión de la mudanza.He metido dentro algo de ropa y, sobretodo,cosas que no quería arriesgarme a perder si había algún problema con nuestra mudanza. Dentro hay cartas de familiares, regalos significativos, más cartas de amigos, mi diario, fotos de momentos inolvidables... Voy revisando que todo está en su sitio y de repente,mi vista se centra sin quererlo en una de las fotos. Una foto en la que yo aparezco sonriente,con un precioso vestido azul que aún conservo y un recogido en el pelo. A mi lado está ella,la que creía que era mi amiga pero que al parecer no lo es. Me está pasando una mano alrededor de los hombros,lo que hace que me sienta segura. Lleva un precioso vestido rojo,lo que hace que no vayamos en absoluto conjuntadas. Ese día era la fiesta de fin de curso del año pasado,hace tan solo unos meses.Al pensar ahora en todo lo ocurrido, considero la opción de hablar con ella sobre lo ocurrido,pero lo mejor será que espere unos días. Necesito aclarar mis ideas y tranquilizarme. Será entonces cuando hable con Ana por si ella quiere darme alguna explicación,aunque no creo que nada de lo que pueda decirme me ayude. Ahora mismo no creo que fuese capaz de hablar con ellos racionalmente porque aún estoy demasiado enfadada.
Una nueva oleada de rabia me invade,rabia y dolor. Mis manos se mueven solas y con un movimiento brusco rompo la delicada fotografía en dos mitades. Ahora lloro. Me arrepiento de lo que acabo de hacer,pero es que me siento fatal. Nunca había  peleado así con Ana porque nunca me había echo algo así y no sé como actuar. Lo justo sería hablar con ella,pero ahora mismo solo empeoraría las cosas porque no estoy preparada.
Recojo con mucha delicadeza los pedazos de la foto que acabo de romper y me siento mal. Acabo de destruir uno de esos preciados recuerdos que con tanto anhelo había insistido en guardar en la maleta.
Cierro la maleta al oír como mis padres me llaman. Reviso con la mirada mi habitación por última vez. Ahora no se parece en nada a lo que un día fue. Solo hay paredes pintadas y suelo donde antes estaban mi estantería y mi cama. Sitúo mentalmente esos muebles en el espacio ahora vació. Suspiro profundamente. No olvidaré el pasado, no pienso hacerlo y esta habitación es parte de ese pasado,así que siempre la recordaré. Recorro las paredes con la mano. Me doy la vuelta dispuesta a irme. Me detengo y vuelvo a girar sobre mis talones. Abro la maleta y saco la foto de uno de los bolsillos. Cojo un poco de celo y pego los dos trozos. Luego coloco la foto debajo de un saliente de las paredes. Solo yo sé que mi habitación tiene ese desperfecto. Miles de veces he guardado allí mi diario y nunca nadie lo encontró. Esta foto se quedará aquí. He dicho que esta casa es parte de mis recuerdos y que siempre la recordaré, y por eso quiero que la foto permanezca aquí. Lo recuerdos,aunque sean duros, son vivencias muy importantes en la vida de una persona. No quiero que estos recuerdos desaparezcan porque,por muy malos que sean,forman parte de mi vida. Salgo de la casa y mi madre cierra la puerta principal con llave. Miro la ventana de mi habitación por última vez. Aquí se quedan muchos recuerdos,pero no para ser olvidados,sino para que nunca se pierdan y siempre los tenga presentes,vivos dentro de esta casa. Mi familia comienza a caminar hacia el coche pero yo me quedo un momento contemplando el que hasta ahora ha sido mi hogar. Cierro los ojos y grabo la imagen de esta casa en mi mente. " Hasta siempre" pienso y me doy media vuelta. Me subo al coche y veo, a lo lejos,la casa de Lucas. Una punzada de dolor me atraviesa el pecho y aparto la mirada. Veo el móvil que sostengo entre mis manos.Quizá me ha llamado,pero no voy a mirar las llamadas perdidas. No quiero darle más vueltas a todo, primero me tomaré unos días para reflexionar. Guardo el móvil en la maleta,lejos de mi alcance.
El coche arranca y dejamos atrás el pueblo. Veo a mi madre llorar por el espejo retrovisor y eso me duele. Atravesamos el letrero que anuncia el final del pueblo y finalmente la lágrima que llevaba minutos luchando por salir de mis párpados,se ve libre y surca mi cara velozmente. Leo me abraza e intenta calmarme. Yo me limito a mantenerme en silencio.
No sé cuanto tiempo nos cuesta llegar a San Sebastián,pero lo paso pensando y el camino se me hace relativamente corto. Leo tampoco dice ni una palabra. De vez en cuando le miro de reojo y por su expresión adivino que,aunque no lo parezca,esto también está siendo duro para él.
Por fin diviso el mar y la imagen me relaja un poco.
- Chicos,bienvenidos a San Sebastián- Dice mi padre feliz.
De todos nosotros, él es el que menos afectado está por irse del pueblo.
Levanto la cabeza y diviso una gran ciudad con altos edificios y un gran puerto. He de reconocer que la imaginaba más gris y quizá un poco más siniestra,pero parece una ciudad  no demasiado bulliciosa y eso me reconforta. No se parece en nada a los documentales sobre las "junglas de asfalto" que he visto en la tele. Igual he sido demasiado imaginativa al pensar que la ciudad sería un cúmulo de contaminación como Londres o Nueva York. La ciudad mejora con creces mis espectativas y me siento más positiva. Entramos en lo que deduzco que será una de las calle s principales,dado que hay numerosos edificios de grandes dimensiones y mucho tráfico. Estoy atenta y presto atención a todo lo que voy viendo. Llegamos a una carretera que discurre cerca del mar y veo el carril bici que hay construido. Numerosos padres pedalean junto a sus hijos por el carril. Me parece interesante que,pese a ser una ciudad bastante grande, haya espacio para el deporte. La cosa me va gustando un poco más. Tras un pequeño recorrido por la ciudad,mi padre pone rumbo a la casa que hemos comprado. Se encuentra en un barrio no muy alejado del centro de la ciudad. Hemos comprado una casa unifamiliar,lo se porque mi padre lo ha comentado,pero yo nunca la he visto. Entramos en el que será nuestro barrio. Veo amplias zonas verdes y me siento más cómoda. De repente,entre todas las casas aparentemente iguales,una llama mi atención. Está situada entre dos casas idénticas,pero yo sé que esa es nuestra casa. Está pintada en un color distinto a las demás. Un color amarillo claro. Es el color favorito de mi madre,así que estoy segura de que es la nuestra. Mis sospechas se confirman cuando nuestro coche gira para introducirse en la entrada de esa misma casa. Mi padre abre la verja de la entrada,atravesamos un camino y abrimos la puerta del garaje- Cuando por fin paramos,salgo impaciente del coche. Lo primero que quiero ver es el jardín,ya que no me ha dado tiempo a verlo cuando hemos pasado en el coche. Es un jardín amplio,de hierba verde,pero sin ninguna flor,árbol o arbusto. Yo me encargaré de cambiar eso. Lo llenaré de flores,de rosas y claveles y lo llenaré así de vida. Respiro profundamente y huelo a hierba y a aire puro. No es en absoluto el olor a humo que me esperaba en una ciudad. Ese olor a humo era el que respiraba en mis pesadillas, en las que me encontraba atrapada en medio de una gran calle en la que los coches me rodeaban y no me permitían escapar de allí. Nunca he visitado una ciudad mas que para hacer compras, así que nunca he respirado ese aire durante más de unas horas. Me precipité con mi idea preconcevida de la ciudad y por eso ahora me siento un poco idiota. Pensé que iba a vivir en una gran metrópolis llena de coches,pero la verdad es que San Sebastián no es una ciudad tan horrible.
-Bueno,bienvenidos a nuestro nuevo hogar-Dice mi padre ilusionado.
"Hogar" Una palabra con mucho significado. En un hogar compartes tiempo con tu familia y vives momentos irrepetibles con tus seres queridos.Es un lugar donde te sientes querida y acogida. Ahora mismo para mí lo que ocurrirá es un misterio. No se si esta casa se convertirá en un hogar para mí,si haré amigos o si arreglaré las cosas con los que creía que tenía. Lo único seguro ahora es que mi vida vuelve a comenzar y que,esta vez, procuraré aprovechar mi nueva oportunidad.